Blog

Explore My News,
Thoughts & Inspiration

Cuando todo se da por sentado

Estos días he estado pensando en cómo tantas cosas en nuestra vida las tomamos por sentado… como asumimos que algunas cosas están porque “tienen” que estar… como el hecho de estar vivos a veces nos hace pensar que somos merecedores de lo necesario para vivir.

Quiero compartir con ustedes la continuación de mi testimonio… lo que ha sido parte de mi durante el último año.

En febrero de 2017, recién llegada de mi viaje de misiones, estando en casa empecé con dolores abdominales muy fuertes, que me hacían no poder moverme, estar en cama, vomitar… eran dolores incapacitantes; nunca había sentido nada igual. Pensé que era solamente mi período que me tocó muy fuerte, no quería ponerle mucha mente y pensar que era cuestión de días y listo. Y así fue… pasaron tres días y listo, se me fueron los dolores.

Para el mes siguiente, fue lo mismo… solo que esta vez estaba fuera de casa, trabajando en fotografía, terminando ya cuando iba para el carro, me empezó un dolor muy agudo en el vientre, empecé a vomitar y me descompuse, gracias a Dios andaba con Dani (mi esposo y en su momento mi novio) y pudimos llegar a casa pronto para yo poder descansar.

Ya ahora no me parecía tan normal lo que estaba pasando. Así que, ya que estábamos comprometidos y debía ir al ginecólogo para chequear lo de los métodos para planificar, aprovechamos y fuimos al doctor. 

Cuando me empezaron a revisar, por medio del ultrasonido, me encontraron lo que se llama “quiste de chocolate”, un endometrioma de unos 4.5cm de diámetro en mi ovario izquierdo. Mis dolores estaban directamente relacionados a ese endometrioma de fase IV. La doctora me hizo referencia de emergencia a Ginecología en el Hospital Max Peralta. 

Nos llevamos el susto entero, la doctora nos alarmó bastante, no entendíamos lo que estaba pasando la verdad, todo era muy confuso y era muy rápido. En emergencias me revisaron y lo que hicieron fue mandarme exámenes de ultrasonido abdominal para verificar lo que tenía, el tamaño y la forma; además de enviarme exámenes de sangre para descartar cáncer u otra enfermedad.

Pasaron los meses, nosotros manteniéndonos orando pidiendo por un milagro, pidiendo para que esa pelota desapareciera de la forma en la que él quisiera. Llegó el día del ultrasonido y el endometrioma seguía allí, y nos aferramos a dar gracias a Dios porque por lo menos no estaba creciendo más; las pastillas anticonceptivas estaban deteniendo que yo menstruara y por lo tanto que el endometrioma creciera.

Llegó el día para la cita con el especialista en ginecología en el hospital, no entiendo todavía el procedimiento que realizó. Luego de todo me mandó de nuevo una referencia para que me realizaran un examen de ultrasonido intravaginal. Esto significaba esperar más… parecía que nos llevaban de un lado a otro sin darnos respuesta de nada. Yo lo único que quería era que ya todo terminara y llegara el día en que me dijeran que ya no tenía nada.

Cuando llegó el momento de ir a este examen, con mi corazón en la mano, suplicaba a Dios por un milagro, no perdía la fe de que conozco a Dios como un Dios Sanador y sé que él puede hacer lo que se le plazca si está en su voluntad. Creo que no era su voluntad que esto pasara… me hicieron el ultrasonido y el endometrioma todavía estaba allí…nada que hacer.

Tras de eso, mientras esperaba por que me lo hicieran, empecé a conversar con una señora que padeció lo mismo y me contaba que dada la enfermedad de endometriosis era estéril, que lo que se pudo hacer con el tiempo fue reducir el tamaño del endometrioma, pero la endometriosis hizo de las suyas en los órganos. Hasta en un momento de la conversación se sorprendió de que Dani quisiera casarse conmigo, sabiendo que yo tenía esa enfermedad (…y que no iba a poder quedar embarazada)… para mí esto era nuevo. ¡Vaya forma para darme cuenta que esto iba a afectar directamente nuestro deseo de querer tener hijos!

A las dos semanas tuve nuevamente cita con el especialista del hospital para revisar el ultrasonido y nos dijera qué hacer (para este momento yo ya no tenía menstruación, por lo que los dolores habían desaparecido)

“No tenés cáncer, eso es bueno… lo más que te puede pasar es que no tengás hijos” -jajajaja, ahhhhh bueno (sarcasmo al 100%)- pensé yo. Insensibilidad en su máxima expresión. Yo debía contentarme con lo que estaba escuchando…no es que iba a morir, sino que mi sueño de ser madre estaba siendo aplastado por sus palabras. En mi corazón me negaba a procesar lo que me estaba diciendo… ella me explicó las teorías que existe de lo que provoca esta enfermedad que padece el 1% de las mujeres a nivel mundial.

Salí de su consultorio tratando de dar gracias a Dios por no tener cáncer, pero con mil preguntas en mi cabeza… tratando de negar lo que me estaba pasando y estaba viviendo.

Nos dijo que intentáramos el embarazo lo más pronto posible, sin embargo, estábamos recién casados… no era un buen momento para nuestro matrimonio.

Hace dos meses, estando en el trabajo anterior, de un pronto a otro, terminando de almorzar, me empezaron nuevamente los dolores que sentía aquel febrero de 2017, no pude evitar las lágrimas de dolor, no podía estar en pie sin doblarme del dolor; empecé a declarar sanidad sobre mi, pero los dolores se mantenían. Mi mamá fue por mi y empezamos a buscar quién me podía atender… nos daba miedo que algo estuviera mal, que la pelota se hubiera reventado o lo que fuera (aun cuando ni sabemos si esto es posible)… terminamos en una ginecóloga que nunca había ido yo anteriormente.

Una de las personas que estaba delante mío me dejó pasar, ya que yo no aguantaba el dolor. La doctora me empezó a hacer el ultrasonido y sí… ahí estaba todavía, solo que estaba vez había más. La endometriosis también me está afectando el otro ovario, lo tiene adherido hacia atrás doblando la trompa. Mamá le hizo la pregunta temida – ¿pero si deja de tomar las pastillas y queda embarazada antes de que la operen?- a lo que la doctora respondió “ella no puede tener hijos así como está, no puede quedar embarazada”.

Ya esta era la tercera vez que lo escuchaba, las lágrimas y frustración estaban presentes, no podía entender por qué eso se me estaba declarando; por qué Dios estaba permitiendo eso.

La doctora me hizo la referencia por infertilidad a la Carit, y estamos esperando a que nos vean (tanto a Dani como a mí) para octubre de este año.

Soy sincera en decir, que aun cuando en mi mente desde pequeña pensaba que yo no iba a tener la posibilidad de tener hijos, no quería que fuera verdad, no quería estar pasando por esto. Y sí… Dios sabe lo que hace, pero hay veces que uno no le encuentra sentido a estas cosas.

Volviendo a lo que les decía en el primer párrafo… tantas veces tomamos por sentada nuestra vida, nuestras capacidades de respirar, de sentir nuestro corazón latir, tomamos por sentado que tener la oportunidad de tener una vida dentro de nosotros es tan sencillo como unirnos a nuestra pareja… pensamos que las cosas que suceden en nuestra vida es porque nosotros hacemos que sucedan, porque “planeamos” el que sucedan en cierto momento de nuestra vida. Pero, Dios es quien tiene la totalidad de mi vida en sus manos. Un embarazo, algo que para mí antes era tan fácil como una relación sexual, ahora me hace ver realmente que Dios es soberano y supremo en TODO, que aunque pensemos que las cosas que vivimos son “sencillas” o que “no tienen la mayor magia detrás”; realmente es un milagro, Dios es quien mueve todo. No es por mi esfuerzo o trabajo que soy merecedora de mi vida, es porque Dios en su infinita misericordia me quiere donde estoy, haciendo lo que estoy haciendo y con la persona que él quiere que yo esté.

Y sí, esto lo escribo, pero hay veces que a mi corazón le cuesta sentirlo.

Hoy por hoy, todos los días me repito que mi vida no es algo que debo tomar por sentado, todo lo que soy, se lo debo a él.

4 Comments

  1. Gabi! Gracias por compartir esto! Sos increíble y la fortaleza que tienes incomparable ! Cuenta cómo siempre con mis oraciones! Te quiero montones! Y me inspiras montones!

  2. Gracias por esas palabras Gaby, yo he aprendido a vivir un día a la vez como dice la canción agradecida con Dios por lo que me da cada día agarrada de su mano sabiendo que Dios tiene el control de mi vida y el sabe lo que es mejor para mi un abrazo ??

  3. What a powerful testimony and important reminder. Know you are in my thoughts and prayers.

  4. Gabi – I love your courage. You press into things that are painful and you do what needs to be done. I am thankful that you are on our team and I will be praying for you. Please put me on your support list!

Comments are closed.